Planta de Lavanda Enana: Esta lavanda es una variedad enana de la especie Lavandula angustifolia que durante años ha robado nuestro corazón. Su floración abundante, su color intenso, su porte la han convertido en nuestra favorita. Es una variedad de fácil mantención debido a su tamaño y además, es bastante compacta. Ideal para marcar senderos, para incluirla en macizos o en maceteros, en rocallas, jardines mediterráneos y mucho más. Sus flores, muy aromáticas y de delicada forma, atraen insectos polinizadores que llenarán tu jardín de vida. La floración ocurre a mediados de primavera, contrastando con el verde intenso de los nuevos brotes.
Para cuidar tus lavandas debes saber que la clave está en una buena poda, y sobre todo, a tiempo. Aunque sea una variedad enana, de todas maneras necesita una poda al finalizar la floración, para evitar que las plantas comiencen a “envejecer” al volverse leñosas las ramas más bajas y perder sus hojas. Esto te permitirá tener una planta vigorosa y joven por mucho más tiempo. Por otro lado, puedes hacer una pequeña poda a inicios de primavera (pero evita hacerlo cuando la planta esté en plena floración) para favorecer la brotación lateral y la formación de nuevas flores. Cuida siempre de podar como máximo la mitad de los brotes verdes (nunca podes de forma muy drástica, porque puede que tu lavanda no vuelva a brotar)
Por otro lado, al plantar tu Planta de Lavanda Enana, debes saber también que son plantas que necesitan estar a pleno sol para lograr una floración adecuada y prefieren los suelos con un buen drenaje ya que no tolera el encharcamiento.
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